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Si bien para la mayoría de personas la llegada de la primavera es un evento positivo y agradable, para otras el aumento de la intensidad de la luz y la temperatura puede conducirlas inevitablemente a una inestabilidad emocional tangible y a una notable disminución de su fuerza física.

En este post te mostraré las causas de la astenia primaveral, los síntomas de este síndrome y algunos remedios que puedes utilizar para combatirlo.

Pero primero, ¿qué es la astenia primaveral?

El término astenia o afasia se utiliza para referirse a un estado de fatiga física y psicológica generalizada. Algunas personas, especialmente las mujeres de mediana edad, se sienten cansadas y de mal humor con la llegada de la primavera.

A estas condiciones las llamamos “astenia primaveral”. A diferencia del trastorno afectivo estacional TAE, la astenia primaveral es un cambio leve y breve que no llega a la categoría de trastorno, además el TAE es más común en invierno. Aunque sí podemos determinar que ambos están relacionados a la exposición a la luz natural.

 

La razón de estos síntomas se debe principalmente al cambio hormonal que sufre nuestro cuerpo al estar expuesto a más horas de sol y a mayor temperatura. Aunque la causa de la astenia primaveral no se comprende del todo, la hipótesis más aceptada propone que con la llegada de la primavera cambia el volumen de serotonina y endorfinas en nuestro cuerpo a la par que, a causa de la luz natural, se genera una liberación de melatonina (que afecta a nuestro sueño).

 

Estos factores, así como la disminución de la presión arterial causada por el aumento de la temperatura, hacen que nuestro cuerpo consuma mucha mas energía y nos provoque estas sensaciones de fatiga, debilidad y letargo.
La astenia primaveral empieza a aparecer a principios de marzo, que es cuándo a empieza a cambiar el tiempo, y suele durar hasta que nuestro cuerpo se adapta (entre una o dos semanas).

 

¿Pero cuáles son los síntomas más comunes de la astenia primaveral?

Como ya hemos comentado, todos los síntomas están relacionados con la fatiga, así que generalmente podemos sentir pesadez al hacer frente a las tareas diarias, además de una somnolencia diurna generalizada.

Y la fatiga física muchas veces puede generarnos síntomas psicológicos, como la tristeza, la disminución de la motivación, la falta de atención, la pérdida del apetito o la disminución de la libido.
Del mismo modo, la astenia primaveral puede llegar a generarnos dolor de cabeza, irritabilidad, inestabilidad emocional e incluso ansiedad.

 

¿Y qué podemos hacer para combatir la astenia primaveral?

Generalmente se trata de un cambio de intensidad leve, por lo que la astenia primaveral no suele requerir tratamiento farmacológico ni psicológico, pero podemos usar distintas herramientas para aquietar sus síntomas.

1- Procura llevar una dieta equilibrada:

Consume alimentos ricos en vitaminas y minerales, como verduras, frutas, cereales integrales y frutos secos.

Es recomendable utilizar alimentos que aporten mucha energía, como el plátano o la jalea real.
También es recomendable reducir el consumo de alimentos ricos en calorías, ya que este tipo de alimentos, más típicos del invierno, suelen generar letargo o fatiga al digerirse.

También es importante mantenerse hidratado. Los zumos y las infusiones pueden serte de ayuda si no estás habituado a beber de forma constante.Los alimentos y bebidas que se deben evitar son la bollería industrial, cafés, tés o bebidas sobreestimulantes y las bebidas alcohólicas.

2- Hacer ejercicio físico es importante:

El ejercicio de intensidad media practicado todos los días es muy beneficiosos para las personas que padecen astenia primaveral. El ejercicio hace que nuestro cuerpo libere endorfinas, lo que nos genera
sensación de placer y relajación.
Aunque lo ideal sería hacer unos 30 minutos de ejercicio aeróbico unos 5 días a la semana, caminar durante media hora al día puede ser suficiente para aliviar los síntomas de la astenia primaveral.

3- Intenta aumentar tu tiempo de sueño:

Durante el período de transición entre el invierno y la primavera, los cambios ambientales hacen que nuestros cuerpos consuman más energía. Por lo tanto, es importante darles importancia a nuestros ciclos de sueño. De acuerdo con las necesidades habituales de sueño generales, intenta dormir al menos 8 horas todas las noches, y si esto no es posible intenta descansar “de más” los fines de semana.

4- Busca actividades que te diviertan:

Los síntomas depresivos de la astenia primaveral pueden reducirse si realizamos actividades que consideramos agradables.Como ya hemos comentado, el ejercicio físico es especialmente recomendable ya que puede generar endorfinas que nos aportarán placer, pero podemos buscar otras actividades de ocio o hobbies que también nos procuren esas sensaciones.

5- Intenta relajarte en la medida de lo posible:

Las actividades y los hábitos relajantes, como la meditación, los baños calientes o la respiración consciente nos pueden ser muy útiles para controlar los síntomas de la astenia primaveral.

6- Pide ayuda y acude a un profesional:

Como los síntomas de la astenia primaveral suelen ser síntomas comunes a otras afecciones como la depresión o la ansiedad debes acudir a un profesional si estos síntomas persisten, ya que no debemos achacar a la astenia primaveral síntomas que igual se nos generan por otra razón. Acude a un especialista para que analice tu caso de forma individual y personal y te muestre la mejor forma de afrontar la situación.

Y estas son las herramientas para hacer frente a la astenia primaveral. Si después de este post te sigue quedando alguna duda sobre este concepto o tienes alguna inquietud no dudes en consultarme, estaré encantado de atenderte.

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