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Las vacaciones suelen estar relacionadas con el descanso, el relax, la felicidad y el stop de la cotidianeidad. En esta situación tan diferente a nuestra vida habitual solemos alejarnos de nuestras rutinas y desconectar de nuestro trabajo y obligaciones. Por ello, una vez terminan las vacaciones de verano, volver al trabajo y todo lo que ello conlleva (prisas, ajetreo, ruido, rutina, presión laboral, estrés, etc) se vuelve realmente difícil.

Esta situación puede que se nos haga insostenible y no podamos afrontarla o lo que es lo mismo, que estemos pasando por la famosa “depresión posvacacional” o como correctamente debe llamársele “síndrome posvacacional”

 

irritabilidad

¿Qué es el síndrome posvacacional?

Se define como una serie de síntomas que podemos sufrir los trabajadores al reincorporarnos a la rutina. Generalmente, el síndrome posvacacional se compone por:

– Fatiga general

– Dolor muscular

– Trastornos del sueño

– Alteración del apetito

– Desmotivación

– Tristeza

– Irritabilidad

Estos síntomas se experimentan intensamente en un plazo de tiempo corto, desde 2 días hasta 21, correspondiendo al tiempo que nos lleva reacostumbrarnos a nuestra realidad. Además puede que no aparezcan enseguida, ya que a veces, las emociones y sentimientos que sentimos al recuperar nuestra antigua rutina pueden postergar estos síntomas varias semanas, hasta que se nos pasa el efecto del “cambio de aires”.

Diferentes estudios han demostrado que aproximadamente el 30% de los trabajadores sufren en mayor o menor medida el síndrome posvacacional. Y es comprensible teniendo en cuenta que otros estudios demuestran que aproximadamente el 70% de las personas se sienten incómodas con sus trabajos.

Por lo tanto, la sensación de rechazo hacia nuestro trabajo combinada con el encontronazo repentino con nuestras obligaciones laborales y familiares nos puede llevar a padecer el síndrome posvacacional. Además, no debemos olvidar que estar expuesto a menos horas de sol también nos puede afectar emocionalmente.

 

rutina

¿Cómo afrontamos o evitamos el síndrome posvacacional?

Para empezar, como digo siempre, lo importante es contar con la supervisión y control de un profesional, ya que ellos nos ayudar a afrontar correctamente
estas situaciones complejas, pero aquí te indico algunos consejos para hacer este proceso más llevadero.

1- Volver de vacaciones con un margen de tiempo. Si es posible, lo ideal es volver con unos días de antelación de nuestras vacaciones, para tener un tiempo de adaptación a nuestra realidad habitual y así conseguir que nuestra vuelta al trabajo sea más cómoda.

2- Formaliza progresivamente tu horario. En vacaciones solemos dormir más y sin ninguna rutina horaria, para que el shock de nuestro horario laboral cerrado no sea tan duro procura adaptar progresivamente tus hábitos para que vayan encajando en tus rutinas habituales.

3- Descanso vacacional. Muchas veces, el haber experimentado unas vacaciones llenas de emociones y adrenalina puede generar que el “bajón” de la vuelta a la rutina sea muy notorio, así que es recomendable estabilizar poco a poco nuestros últimos días de vacaciones, para acostumbramos al ritmo de nuestra vida laboral y además descansar lo
suficiente para afrontar la reincorporación cómodamente.

4- Recupera tus hábitos. De forma gradual vuelve a tus rutinas deportivas y alimenticias antes de reincorporarte al trabajo. Recordar a tu cuerpo
como funciona cuando está en “modo trabajo” hará que tu mente tenga que esforzarse menos para afrontar la situación.

5- Premia tus pequeñas victorias. La adaptación a la rutina puede ser dura, así que cada vez que cumplas uno de tus objetivos, tanto de adaptación
como laborales, compénsate con pequeños premios que te hagan sentir que ese esfuerzo vale la pena.

6- Conserva un poco de “vacaciones” en tus rutinas. Adaptarse a la rutina habitual es duro, pero también lo es desprenderse de lo que nos gusta, y después de un periodo vacacional en el que hemos estado disfrutando a diario no debemos cortarlo en seco. Descubre cómo puedes conectar tu día a día con tus experiencias vacacionales, por ejemplo, si durante las vacaciones paseabas por la playa, pasea por un parque al salir de trabaja, eso te hará sentir que la combinación de realidades es posible y te hará más llevadero el proceso.

 

Estos consejos son útiles si sentimos una ligera incomodidad a la vuelta de las vacaciones, pero si tus síntomas son fuertes y persistentes es muy importante que acudas a un profesional, ya que no saber gestionar esta situación puede degenerar en problemas graves como depresión o ansiedad.

Si tienes alguna consulta estaré encantado de resolver todas tus dudas, escríbeme al [email protected] o llámame al +34609877339

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